
Como centro educativo, creemos que tenemos responsabilidad social en la educación y acción ambiental, desde el curso 2020-2021 comienza a instaurarse en el centro un proyecto educativo que ya recibe la nomenclatura de “ecosocial” para perseguir la coherencia y con afán integrador. A pesar del contexto adverso del curso más crítico de la pandemia, se vio la necesidad de trabajar los grandes problemas ambientales (cambio climático, destrucción de la biodiversidad, zoonosis causante de la pandemia, etc) y conectarlos con lo social (la salud, las desigualdades, los Derechos Humanos, etc).
De esta unión surge el concepto “ecosocial”, un enfoque que visibiliza que no se pueden trabajar los problemas ambientales sin poner el foco en las causas sociales que los generan y no se pueden buscar soluciones sin tener en cuenta de forma integrada lo ambiental y lo social. Somos seres ecodependientes, es decir, todo lo que necesitamos para vivir lo suministra la naturaleza. A la vez, somos los responsables del cuidado de ésta y, por consiguiente, de nuestra propia vida. De esta manera, consideramos que es clave fomentar un proyecto educativo de los cuidados, que proteja la salud en todas sus vertientes; salud física, mental y ambiental de forma coherente.

En línea con lo anterior, los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) establecidos en 2015 por la Asamblea General de las Naciones Unidas, nos brindan un marco de actuación para lograr un futuro mejor y más sostenible para todos. Desde la convicción de que los ODS no deben únicamente conocerse, sino que deben trabajarse desde todos los ámbitos de la sociedad para poder avanzar en su cumplimiento, este proyecto busca promover el desarrollo interdisciplinar de dichos objetivos, integrándolos en el proceso de enseñanza- aprendizaje.
Por otro lado, impulsar las transformaciones sociales y ambientales desde los centros educativos requiere que los propios estudiantes participen desde la reflexión. No es posible hablar de una transformación si el alumnado no es el protagonista, y, por lo tanto, el primer paso debe ser poner al alumnado en el centro del proceso educativo.
Por ello, con este proyecto se persigue fomentar un cambio en las formas de enseñar, avanzando hacia una mayor incorporación de metodologías activas y participativas, que permitan tanto formar una ciudadanía comprometida, como alinearnos con los principios pedagógicos que exige la normativa educativa actual.



¿Por qué la biodiversidad es la mejor vacuna contra las pandemias?
Escucha al biólogo del CSIC Fernando Valladares:
¿Cómo proteger la biodiversidad desde nuestra vida diaria?


